domingo, septiembre 23, 2007

Mermelada de Cebolla La Jalancina

En tiempos de debacle total en lo personal me escapo un momento del campo de batalla familiar para escribir algo. Como mi cabeza no da para nada profundo cuelgo un comentario de un producto gastronómico de primer nivel que he probado y que me encanta.


Mermelada de Cebolla La Jalancina


Peso neto: 330 gr.

Consta fecha de envasado y de consumo preferente con claridad.

Consta la composición nutricional por 100 gr. con claridad.

Energía: 806 Kj./190 Kcal.

Ingredientes: Cebolla, azúcar, agua, sal vinagre de vino, jengibre y clavo. Espesante: E-415. Acidulante: ácido cítrico.

Aspecto atractivo, consistencia de la mermelada buena, ni excesivamente uniforme ni con demasiados ‘trozos’.

Sabor muy atractivo, de dulzor comedido que facilita su armonización con diferentes tipos de alimentos, incluso, con un foie micuit de sabor no muy marcado.


La historia de la empresa se remonta a 1992 cuando Antonio García Cerdán, abuelo del que actual propietario (Carlos García García) comienza la actividad de elaborar melocotón en conserva. En 1.965, Carlos García Rubio, funda La Jalancina, elaborando además del melocotón en almíbar pera en almíbar, en verano y conserva de champiñones en invierno.


El salto cualitativo de da en los años 90 de siglo pasado cuando muchas conserveras entran en crisis y cierran los responsables de La Jalancina son capaces de posicionarse en un mercado de productos gourmet que incluye excelentes mermeladas, como sus excepcionales mermelada de melocotón, de mandarina de níspero. Viendo las demandas del mercado anglosajón también introducen las confituras, como la de naranja amarga, con gran éxito de implantación en el Reino Unido.
Sin dejar de innovar, no hace mucho sacaron una conserva de pisto realmente rica y seguro que tienen muchos otros nuevos productos en mente.


Los productos de La Jalancina se encuentran en tiendas de productos gourmet de toda España.


Quien sabe cuando encontraré unos minutos para volver a escribir unas líneas en este maltrecho blog. Seguro que si alguna vez he tenido algún lector, éste ya ha sido vencido por el hastío.... pero no puedo prodigarme más.

viernes, abril 27, 2007

El tiempo es relativo...

y lo que decía "ayer" sobre "manaña" se ha convertido en casi 2 semanas. Tal y como me comprometí me gustaría hablar, aunque fuera brevemente, de los vinos sin alma. Y no me refiero tanto a los humildes vinos industriales, que bastante tienen con dar placer a precios moderados, sino de una parte preocupantemente creciente de los vinos de "alta extorsión" que han entrado en una preocupante dinámica globalizada.

Son vinos densos, a veces fofos, del estilo bomba frutal, "chocolateros" (sobre todo olfativamente), que salen al mercado cuando aún no se pueden beber y que en no pocas ocasiones mueren tan tánicos como nacieron. Con robles nuevos supertostados, a veces 200% de roble nuevo, alta concentración y madurez extrema, sólo unos pocos elaboradores y contando con un terroir muy especial son capaces de dotar a sus criaturas de equilibrio.

En estos últimos días, tomando algún que otro Rioja clásico, recordé los valores tradicionales de estos vinos hechos para durar -tampoco todos, no nos equivoquemos-, humildes frente a la comida (y no como los prepotentes vinos modernos) y delicados en la cata.

En fin, reflexiones de alguien que va dando tumbos en esto del vino -y no por el exceso de alcohol- sino por el hecho de adquirir conciencia de su propia ignorancia.

Me despido hasta no se cuando.....

viernes, abril 13, 2007

Vinos sin alma y otras lindezas....

Bueeno, menudo año llevamos. Complicadito, complicadito. Tener un hijo es una experiencia que te cambia la vida.... tener dos, ni os cuento. En fin, el tiempo, ya de por sí escaso pasa a ser valioso como un diamante y algunos ratos que destinaba a este blog se han destinado ahora a cambiar pañales y dar biberones -casi- a dos manos.

Con todo me he permitido cambiar la plantilla, esta es más "pre-configurada" pero da menos problemas que el engendro que yo había pergeñado....

Y a todo esto me había prometido hablar de los vinos sin alma.... Pero no doy más de mí.... A ver si mañana puedo escribir algo al respecto.

Saludos.

miércoles, enero 10, 2007

El nuevo blogger.... glorias y miserias.

Al final, como muchos usuarios del antiguo "blogger" y a causa de sus crecientes problemas de lentitud y saturación he decidido pasarme a la nueva versión. Son muchas las ventajas, más rápido, más consistente y con nuevas funcionalidades.... peeeeeeeeero, no todo podía ser perfecto.... de repente las fechas de mis posts se han vuelto locas y muchos de los antiguos aparecen como nuevos.... con fechas actualizadas al día en que hice la migración.

Espero que eso no maree a mis 2 lectores actuales ;-)

Costes de transición, supongo.

domingo, enero 07, 2007

Donde empieza la libertad y donde acaba….

Las comunidades virtuales son uno de los elementos más potentes de Internet…. Colectivos de aficionados a diferentes temas, filatelia, bolsa, gastronomía, vinos, plantas, etc. se reúnen “virtualmente” y comparten impresiones, trucos y opiniones.

No es raro encontrar en esas comunidades “trolls”, especímenes extraños que se dedican a darles vidilla a través de buscar el enfrentamiento con otros usuarios o a crear polémicas que enfrentan a los gestores de la comunidad con empresas del gremio.

En esas comunidades, sobre todo cuando los “trolls” alcanzan un cierto nivel de reconocimiento (difícilmente de prestigio) suelen reaccionar a cualquier llamada de atención con los habituales argumentos de censura y limitación de la libertad de expresión.

Que los moderadores consigan lidiar adecuadamente con dichos “trolls” sin que la comunidad se resienta es un éxito y algo muy meritorio. Para ello es fundamental establecer unas reglas del juego claras, ser firmes pero a la vez flexibles y, sobre todo pararles los pies rápidamente en el momento que comiencen a mostrar su “verdadera” personalidad.

PD: Mucho trabajo y poco tiempo me han llevado a escribir en el blog menos de lo que desearía. Intentaré prodigarme algo más.